- La Secretaría de Salud (SESA) del Estado se adhiere el 2 de junio a la conmemoración del Día Nacional de la lucha contra los trastornos de la conducta alimentaria, con el objetivo de crear conciencia sobre la importancia de la prevención y la detección oportuna de estas alteraciones alimentarias.
De acuerdo a la Organización Mundial de la Salud (OMS), los trastornos de la conducta alimentaria, como la anorexia y la bulimia nerviosa, suelen aparecer durante la adolescencia y la juventud. Afectan a un 0.1% de los adolescentes de 10 a 14 años y a un 0.4% de los de 15 a 19 años, y son más frecuentes en las adolescentes que en los varones.
Estos trastornos se manifiestan con conductas alimentarias anormales y preocupación por la alimentación y, en la mayoría de los casos, por el peso y la figura corporales. Las y los jóvenes con este padecimiento ven dañada su salud y, a menudo, tienen también depresión, ansiedad y problemas con el consumo indebido de sustancias.
La causa de estos problemas está relacionada por múltiples factores: psicológico, biológico, sociocultural y familiar. Asimismo se suman eventos psicológicos, incluso traumáticos, que pueden generar aversión a ciertos alimentos o comorbilidades, como depresión o ansiedad, y baja autoestima. Entre los trastornos de la conducta alimentaria más conocidos se encuentran: la anorexia nerviosa, la bulimia y la ortorexia,
Cabe señalar que la anorexia nerviosa se divide en dos subtipos:
· Tipo restrictivo: en el que las personas pierden peso de forma principal mediante dieta, ayuno o ejercicio excesivo.
· Tipo de atracones/purgas: en el que las personas también se involucran en comportamientos intermitentes de atracones (comer en demasía) y/o purgas (vomitar a propósito después de comer en exceso).
Con el tiempo, algunos de los siguientes síntomas pueden desarrollarse relacionados con el hambre o los comportamientos de purga:
· Los períodos menstruales cesan
· Mareos o desmayos por deshidratación
· Cabello y/o uñas quebradizas
· Intolerancia al frío
· Debilidad muscular desgaste
· Acidez estomacal y reflujo (en los que vomitan)
· Estreñimiento severo, hinchazón y plenitud abdominal después de las comidas.
· Fracturas por estrés por ejercicio compulsivo, así como pérdida ósea que resulta en osteopenia u osteoporosis (adelgazamiento de los huesos)
· Depresión, irritabilidad, ansiedad, falta de concentración y fatiga
Las personas con bulimia tienen una ingesta de alimentos en cantidad superior a la de cualquier otro individuo en periodos cortos de tiempo, o lo que se denomina “atracón”. Esta conducta genera una sensación de pérdida de control de lo que comen y está relacionado con sensaciones como sentirse disgustadamente lleno hasta el punto de desear vomitar.
Otro trastorno de la conducta alimentaria es la ortorexia, caracterizado por una obsesión patológica por la alimentación saludable. Quienes lo padecen presentan una preocupación excesiva por la calidad de los alimentos que consumen, adoptando hábitos extremadamente estrictos. En caso de desviarse de estas reglas autoimpuestas, experimentan sentimientos de culpa y tienden a castigarse con dietas o ayunos aún más rigurosos. Este trastorno se presenta con mayor frecuencia en personas con tendencias obsesivo-compulsivas.
En cualquiera de estos casos, es fundamental acudir con profesionales de la salud para un diagnóstico temprano, recibir un tratamiento oportuno y así prevenir posibles complicaciones. Para más información acude al Centro de Salud.