Los 3 tres pilares fundamentales son: prevenir, detectar y tratar
La Secretaría de Salud del estado de Querétaro (SESA) se adhiere al Día Mundial de Prevención del Cáncer de Cuello Uterino, que se conmemora el 26 de marzo de cada año, con el objetivo de crear conciencia entre las mujeres del mundo sobre la importancia de prevenir la aparición de este tipo de cáncer con una detección y diagnóstico oportuno.
Existe una estrategia global para ponerle fin al cáncer cervicouterino, la cual incluye tres pilares fundamentales: prevenir, detectar y tratar con un enfoque integral. Según estadísticas, se trata del cuarto cáncer más común entre las mujeres a nivel mundial, con unos 604 mil casos nuevos y 342 mil muertes en el 2020.
El Virus del Papiloma Humano (VPH) tiene relación con el cáncer de cuello de la matriz ya que es la infección viral más común del tracto reproductivo; según estimaciones, las mujeres que viven con el VPH tienen seis veces más probabilidades de desarrollar cáncer de cuello uterino en comparación con las mujeres sin ese virus. La vacunación contra el VPH, la detección y el tratamiento de las lesiones precancerosas es una forma de prevención; ante ello, se puede curar si se diagnostica en una etapa temprana y se trata de inmediato.
Entre los factores de riesgo están los siguientes: ser mujer de 25 a 64 años de edad; inicio de relaciones sexuales antes de los 18 años; antecedentes de enfermedades de transmisión sexual; infección cérvico vaginal por Virus del Papiloma Humano; múltiples parejas sexuales (del hombre y de la mujer); tabaquismo; desnutrición; deficiencia de antioxidantes; pacientes con inmunodeficiencias; nunca haberse practicado un estudio citológico.
Los síntomas más comunes en etapas tempranas son sangrado irregular leve entre periodos en mujeres en edad reproductiva; sangrado posmenopáusico; sangrado después de las relaciones sexuales y aumento de flujo vaginal fétido; en tanto, a medida que avanza el cáncer pueden aparecer síntomas más graves que incluyen dolor persistente de espalda, piernas o pelvis, pérdida de peso, fatiga, pérdida de apetito, secreción fétida y molestias vaginales e hinchazón de una pierna o de ambas extremidades inferiores.
Las vacunas contra el VPH son seguras y eficaces en la prevención de infecciones por VPH, lesiones precancerosas de alto grado y cáncer invasivo; funcionan mejor si se administran antes de la exposición al VPH, por ello, para prevenir el cáncer de cuello uterino la Organización Mundial de Salud recomienda vacunar a las niñas de 9 a 14 años, cuando la mayoría no ha iniciado la actividad sexual.
Las recomendaciones para evitar el cáncer del cuello de la matriz son someterse regularmente al proceso de detección oportuna; las mujeres de 25 a 34 años practicarse la citología convencional una vez al año y después de dos resultados negativos, cada 3 años; en mujeres de 35 años y más practicarse el ADN del VPH. Una detección cada cinco años si el resultado es negativo y vacunación para el VPH para niñas de 9 años de edad. Para más información acude al centro de salud.