«Somos el único estado a nivel nacional en contar con instrumentos ambientales para la planeación y gestión de los recursos naturales»: Marco del Prete
El titular de la Secretaría de Desarrollo Sustentable (SEDESU), Marco Antonio Del Prete Tercero, inauguró las actividades del Foro Estatal de Ordenamiento Ecológico 2023, evento en el que destacó que Querétaro se posiciona como la primera entidad del país en tener el 100 por ciento de su territorio ecológicamente ordenado.
«Somos el único estado a nivel nacional en contar con instrumentos ambientales para la planeación y gestión de los recursos naturales, así como de los usos y destinos de suelo bajo un enfoque de sustentabilidad de todo el territorio, dicho de otro modo, somos el primer estado del país en tener el 100 por ciento de nuestro territorio ecológicamente ordenado», puntualizó.
El funcionario estatal explicó que el foro será un espacio de acción concreta para realizar un intercambio de conocimientos, compartir experiencias y, lo más importante, trazar los caminos hacia un futuro más sostenible, que garantice a los queretanos un ambiente sano para su desarrollo.
Igualmente, Del Prete señaló que uno de los retos de la secretaría que encabeza es consolidar un desarrollo sustentable, que atienda los compromisos internacionales ante el cambio climático, que incorpore los principios de la economía circular, la protección del medio ambiente, y promueva el desarrollo humano integral de los queretanos.
Asimismo, la secretaria de Desarrollo Sostenible del Municipio de Querétaro, Tania Palacios Kuri, indicó que hay dos requisitos indispensables para que el Ordenamiento Ecológico sea exitoso: uno, que el proceso sea participativo; y dos, que sea adaptativo, ya que su construcción nunca termina y allí es en donde toma relevancia la participación colectiva.
Finalmente, la representante de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT) en Querétaro, Paloma Arce Islas, dijo que el Ordenamiento Ecológico pretende maximizar el consenso entre los sectores y minimizar los conflictos ambientales por el uso del territorio, y se debe considerar como un proceso de planeación continua, participativo, transparente y metodológicamente riguroso y sistemático.