Hace unos días, el Papa Francisco, en las que condenó la discriminación y castigo a las personas de distinta preferencia sexual al subrayar que “ser homosexual no es un delito” y en las que defendió que el catecismo de la Iglesia católica mandata acoger y acompañar a las personas de tendencia homosexual, y en el caso de los padres deben “crear el cuadro familiar para que (el hijo o hija homosexual) viva en paz”.
Debido a que “somos todos hijos de Dios y Dios nos quiere como estamos y con la fuerza que luchamos cada uno por nuestra dignidad. El ser homosexual no es un delito. No es un delito; Es una condición humana” y por ello los obispos católicos deben contribuir a derogar las leyes que castigan a los homosexuales en el mundo.
Las juventudes de la organización SOS Discriminación Internacional Querétaro celebraron que el Papá Francisco se pronuncie para contribuir a erradicar los estigmas y prejuicios que criminalizan la homosexualidad en el mundo.
En ese sentido, las y los jóvenes de SOS Discriminación Internacional Querétaro afirmaron que «ni la homosexualidad, ni la heterosexualidad, ni la bisexualidad o cualquier orientación sexual son un delito, pero la discriminación sí lo es y en Querétaro se le tuvo que poner un límite porque es uno de los orígenes de las violaciones a los derechos humanos debido a que vulnera la dignidad y libertades de las personas. Por ello, el delito de discriminación en la entidad establece una pena de uno a tres años de cárcel y de 25 a 100 días de trabajo a favor de la comunidad, en el artículo 170 del Código Penal para el Estado de Querétaro, que se fundamenta en la prohibición de todas las formas de discriminación del artículo primero de la Constitución Mexicana». Puntualizaron.
Finalmente, las juventudes de SOS Discriminación Internacional Querétaro lamentaron las declaraciones de José Martín Lara Becerril, vocero de la diócesis de Querétaro por no ser congruentes con su discurso de amor al prójimo, «pues Lara Becerril en lugar de ser congruente con el amor que predica el cristianismo, juzga las prácticas sexuales de las personas desde los prejuicios, ignorando el llamado de no criminalización de la homosexualidad que acaba de hacer el papa Francisco, porque al condenar o rechazar las prácticas sexuales homosexuales no se respeta integralmente la dignidad humana de las personas, porque se violentan los derechos sexuales que son parte de los derechos humanos, debido a que consisten en el derecho a ejercer una sexualidad libre, informada, protegida, libre de cualquier forma de discriminación o violencia». Concluyeron.