Ha comenzado una desbandada de medios de comunicación de territorio ruso
Desde este viernes 4 de marzo no existe la libertad de prensa en Rusia tras la aprobación de una reforma del Código Penal en el que las penas de cárcel se sitúan entre los 10 y 15 años para quienes difundan información que desde el Gobierno pueda considerarse falsa sobre las Fuerzas Armadas del país, y hasta tres años de prisión, e importantes sanciones económicas, para los que se posicionen a favor o pidan a otros países sancionar a Rusia. El control es tal que con usar la palabra «invasión» bastaría para ser castigado por el régimen de Putin.
Las nuevas leyes aprobadas de forma unánime en la Duma de Estado han provocado una desbandada de medios de comunicación de territorio ruso, desde donde dejarán de emitir más de una decena de canales de todo el mundo para evitar las represalias.
La televisión pública española y la agencia Efe han sido un ejemplo de los muchos que se han pronunciado en las últimas horas al respecto. Sobre esta decisión, la corporación ha explicado que continuará informando sobre el conflicto en Ucrania, «como lleva haciendo desde el inicio de la invasión rusa».
La corresponsal de RTVE en Rusia, Érika Reija, ha asegurado a través de sus redes sociales que abandona el país con «mucha tristeza, pero convencida de que es un paso necesario ante la posible criminalización de nuestro trabajo«.