Este viernes se hizo la apertura de corredores humanitarios
Vladimir Putin quiere dejar a Ucrania completamente a oscuras para que no reaccione a la invasión y por eso ha dado un giro a la guerra mirando ya a la energía. La muestra más clara de esto, altamente peligrosa, fue la toma de la central de Zaporiyia por parte de las tropas rusas. De hecho, el mundo estuvo en vilo después de que las fuerzas del Kremlin atacasen las instalaciones de la central nuclear más grande de Europa y provocaran un importante incendio. Se ha convertido, de hecho, en un símbolo tanto de la resistencia ucraniana, pues estuvo defendida durante horas por civiles, como de las intenciones de Moscú, que tiene capacidad para apretar el botón nuclear.
La guerra en Ucrania se ha hecho ya casi costumbre después de más de una semana de choque. Kiev, que hace nada era una ciudad europea más, ahora es un ring de combates. Y es que Rusia se sigue centrando en las grandes ciudades para cercar a los ucranianos y poder asaltar al final directamente al Gobierno de Volodimir Zelenski.
Este viernes parece haber más calma que en días anteriores dada la teórica apertura de corredores humanitarios acordada por las partes en su segundo encuentro. El alto al fuego es una condición sine qua non para ayudar a los civiles a salir del país y se espera que se pueda respetar durante las próximas jornadas de conflicto.