Se trata de una situación que podría poner en jaque la existencia de las empresas
A pesar de que el inicio de la pandemia ocasionada por el Covid-19 fue hace poco más de dos años, la economía continúa presentando un ligero avance y despunte en muchos países, como por ejemplo México, en el que se pudo observar un incremento de 3.5 millones de personas en la población económicamente activa en noviembre de 2021. Sin embargo, existen algunos otros riesgos tras la recuperación económica que podrían no ser tan visibles y su vez generar una problemática para varias empresas que sobrevivieron durante estos dos años.
La insolvencia económica de las empresas es una situación que podría poner en jaque su existencia, pero ¿por qué esto podría suceder en 2022 y no ocurrió en 2020 cuando inició la pandemia?
Contrario a lo que podría pensarse, las insolvencias empresariales no aumentaron en 2020 a nivel global. De hecho, el índice de insolvencia global disminuyó en el 2020 en un 14%; esto dado a dos grandes razones: la primera porque la mayoría de los países modificaron su régimen de insolvencia para proteger a las empresas de la quiebra. La segunda, porque la mayoría de los gobiernos tomaron medidas para contrarrestar los efectos económicos adversos relacionados con la pandemia y para apoyar a las pequeñas empresas.
Sin embargo, a medida que se elimine el apoyo fiscal que se dio en el pasado, se prevé que las insolvencias corporativas globales aumenten en un 33% en 2022 y que muchas insolvencias retrasadas finalmente se hagan realidad.
Detrás de esta previsión para 2022 se encuentran tres grandes factores:
- Un efecto retardado de las quiebras. Esto significa que sin los apoyos fiscales que se otorgaron ciertas quiebras se habrían producido en 2020.
“Suponemos que una parte de las empresas que se ‘salvaron’ de la quiebra en 2020 enfrentarán la insolvencia en los primeros doce meses después de que expire el apoyo fiscal, esto dado que, gracias a los paquetes de apoyo, las empresas tendrán una posición de efectivo razonablemente sólida por el momento; mientras que aquellas con una posición financiera insostenible pueden ganar tiempo agotando su efectivo”, comenta Stéphane Feytmans, Country Manager de Atradius México.
- Eliminación progresiva del apoyo fiscal. Esto generará un aumento de las insolvencias hacia niveles ‘normales’, similares a los registrados en el período previo a la pandemia. En aproximadamente la mitad de los mercados observados, el apoyo fiscal ya se eliminó en el primer semestre de 2021 o incluso antes. Sin embargo, hay otros países que eliminarán este apoyo hasta el tercer trimestre de 2022.
- La brecha entre el PIB y el PIB potencial. Este factor captura cómo responden las insolvencias al ciclo económico. Según las relaciones históricas, sabemos que las insolvencias generalmente disminuyen en los ciclos económicos expansivos y aumentan cuando el crecimiento se desacelera o incluso disminuye. La capacidad de respuesta se llama ‘elasticidad’ en economía y mide el grado en que las insolvencias cambian en respuesta a cambios en el PIB.
Ante estos riesgos de insolvencias e inestabilidad es importante pensar en la existencia de una protección para aquellas empresas B2B que comercialicen con otras a través de créditos.
“Nuestro seguro de crédito ayuda a proteger a cualquier negocio contra pérdidas que pueden ser causadas por el impago de un cliente. Está diseñado para que toda compañía comercialice con confianza y explore nuevos mercados o productos, pues este seguro de crédito funge como una garantía ante su banco a la hora de extender crédito o fianzas, además de brindar asistencia al definir una estrategia comercial, a través de la identificación de oportunidades y riesgos de negocio, así como una red de seguridad que proporciona oportunidades de crecimiento y protección contra el riesgo de impago”, puntualiza Stéphane Feytmans, Country Manager de Atradius.
